Por ello, lejos quedan las tres Copas de Europa del Real Madrid en el ocaso de la década de los 90 y principios del nuevo siglo, las dos apariciones en la final de dicha competición del Valencia C.F. o los dos triunfos, el de Wembley en el 92 y el último en París, del F.C. Barcelona, quien junto con el Villareal se empeña en hacer frente a la superioridad del “God Safe the Queen” en Europa.
Otro dato bastante esclarecedor, que nos prevenía de lo que puede suceder en años venideros, es la aparición de al menos un equipo inglés en la final de la liga de campeones de manera consecutiva los últimos cuatro años.
Esta edición de la Champions tiene pinta de tomar el mismo cariz que en pasadas ediciones, puesto que basándonos en las matemáticas, la Premier, tiene la mitad de las posibilidades totales de hacerse de nuevo con el cetro europeo.
Aunque, el fútbol no se basa en números ni en procesos matemáticos, y es por esto por lo que el sueño de un pequeño pueblo de Castellón sigue haciéndose realidad día sí, día también.
Permitirme que dedique un párrafo en exclusiva al conjunto de La Plana, un equipo modelo a seguir como lo fuera antes el temido “superdepor”, del cual los aficionas merengues tienen un muy mal recuerdo (“centenariazo”). Pues bien, el submarino amarillo logró vencer a domicilio al Panathinaikos griego (1-2) y por lo tanto acceder a cuartos de final, donde desean encontrarse con el Arsenal de Cesc Fábregas y vengar la eliminación que los gunners infringieron hace tres años al conjunto amarillo.
Un escalón por encima de la media se encuentra el FC Barcelona, quien sin demasiado sufrimiento (tan sólo cuando Juninho marcó el 4-2) se impuso al Olimpique de Lyon demostrando la gran efectividad del juego de toque y control del cual son claro ejemplo a seguir.
No me gustaría terminar mi artículo sin mencionar a los dos equipos españoles que cayeron a las puertas de la siguiente ronda. El Real Madrid llegó a Liverpool aparentemente sin temor alguno, y con cierto aire de prepotencia (debido a comentarios realizados por el presidente de la entidad, el Sr. Boluda) y así salió a jugar, hasta que sin darse cuenta Casillas había sacado el balón de su portería en cuatro ocasiones. De todas maneras no repasaré más detalladamente este encuentro debido al buen análisis que hace un compañero del blog en la entrada anterior.
Del Atleti qué decir, lo de siempre. Llegó a Oporto con una autoestima alta debido al gran encuentro realizado el sábado anterior en el derbi madrileño, sin embargo, la ausencia de Forlán en el once inicial fue una declaración de intenciones de lo que ocurriría en el resto del partido. Abel planteó un encuentro para jugársela a una carta (pudo tener éxito si el colegiado señala un claro penalti a Simao) y al final tuvo que rendirse ante la solvencia defensiva del conjunto portugués. Además, si no llega a ser por Leo Franco hubiera podido golear al conjunto colchonero.
En definitiva, los clubes ingleses aún teniendo eliminatorias mucho más complicadas que los equipos españoles dieron la cara y demostraron, que hoy en día el fútbol que realizan en las islas es mucho más efectivo que el que despliega el resto de conjuntos europeos. Esperemos que BarÇa y Villarreal consigan frenarles.