domingo, 15 de marzo de 2009

EL REY LEÓN.



Ya ha empezado lo bueno, ya que aunque la temporada oficial empezó en Australia con el Tour Under, y después de unas vueltas de preparación que sirven de test a los equipos y corredores, la temporada seria ha comenzado con la París-Niza, la primera clásica por etapas del calendario internacional.
La París-Niza es el primer test serio del calendario UCI, por eso es frecuente la presencia de los grandes del pelotón internacional, sobre todo de los escaladores ya que sus etapas son propicias para ellos. A esta edición de la carrera francesa venían corredores de la talla de Contador, Schleck, Chavanel, Evans, Pereiro, Samuel Sanchez: corredores que seguro estarán en la cabeza a mediados de julio en las carreteras francesas, pero entre todas esas estrellas había un tapado, una estrella emergente.
La primera de las ocho etapas de la París-Niza era un prólogo de 9km. en contrarreloj, bajo la lluvia que nos diola primera sorpresa, Alberto Contador se impuso a los grandes especialistas de de esta modalidad y se hizo con el primer maillot amarillo, el campéon de España de contrarreloj, un tapado, también tuvo un buen comienzo y acabó tercero.
Contador salvó el amarillo en la segunda etapa tras sufrir un enganche sin consecuencias en el final de la segunda etapa ya que estaba dentro de los 3 últimos kilómetros, etapa que Haussler resolvió al sprint. En la tercera etapa cambió el liderato, que se fue a manos de Sylvain Chavanel tras una escapada con el combativo español Juan Antonio Flecha. La cuarta y la quinta etapa serían para Vandevelde y Roy tras dos escapadas aunque sin grandes repercusiones en la general. Lo bueno estaba por llegar y nuestro tapado seguía ahí guardando fuerzas, sin llamar la atención, a pesar de sus botas, premonitorias de su futuro maillot.
Llegaba la sexta etapa, la etapa reina, una etapa de montaña donde Alberto Contador impuso su ley y fue eliminando a cada uno de los rivales que se enganchaban a su rueda. Etapa y liderato para el de Pinto y la general encarrilada, o eso creía él, o eso creíamos todos. El tapado seguía aguardando su día.
Y EL DÍA LLEGÓ, séptima etapa de la París-Niza, etapa de media montaña con muchos puertos aunque no excesivamente duros. En los kilómetros finales de la etapa se forma una escapada con los mejores escaladores del pelotón, Contador, Colom, Slcheck, Voigt, Chavanel y Luis León Sanchez, el tapado. Luis León (luisle, como le llaman en el pelotón) informó al jefe Contador de lo que planeaba, pero este hizo caso omiso del mensaje del murciano, el campeón prefirió hacer la guerra por su cuenta luchando él solo contra todos. Ante la pasividad de Contador Luisle bajó piñones y lanzó un ataque fortísimo que abrío un hueco importante con sus perseguidores, ese era su terreno una bajada con sinuosas curvas donde el muleño se siente muy cómodo, iva directo a por la etapa. Mientras el león pedaleaba directo hacía la victoria con una cadencia impresionante, por detrás Chavanel rompía la carrera con un ataque al que casi todos pudieron responder, todos menos Contador que pagaba los excesos de haber trabajado todo el día para controlar esa etapa y de la exhibición del día anterior. El tío del mazo le sacudía y además fuerte. El hasta ahora líder de la carrera perdía casi tres minutos con el ganador de la etapa y nuevo líder de la París-Niza tras una grandísma exhibición de fuerza. Ya se había destapado y sus botas ya estaban a juego con su maillot.
La última etapa comenzaba comenzaba con la incertidumbre de saber si Luisle, al igual que contador , pagaría los excesos del día anterior y si podría aguantar los tres puertos de primera categoría que tendría que sortear para llegar hasta Niza. Contador, más por orgullo que por fuerzas quería recuperar e amarillo. lo intentó, recurriendo a la épica como el campeón que es, pero no pudo ser ya que la fuga que protagonizó no llegó a superar nunca el minuto de diferencia, Luisle mantuvo la cabeza fría y en el descenso del Col d`eze afianzó el liderato, pues apenas veinte segundos lo separaban de los escapados Slcheck, Colom y Contador. Estos tres se disputaron el final de etapa, que se llevo Toni Colom, con mayor punta de velocidad que los dos pequeños escaladores.
a 17 segundos, de amarillo entraba el león, sabedor que era el campeón de la primera clásica por etapas de la temporada, sabiendo que era campeón de la París-Niza 2009.
AJT.

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